domingo, 5 de septiembre de 2010

Horrora Butrón I


        - ¡Hoooolaaaaa…! Soy Horrora Butrón. Lo de Horrora, na´ más hay que verme. Lo de butrón, por el boquete en la pared d’atrás. ¡Gracias por venir esta noche! Pedir mucho, y caro, que voy a comisión. ¡La Parrala!

        “La Parrala dicen que era de Moguer…”

        Horrora Butrón en el DNI no se llama así. Tampoco, cuando va a la comisaría para renovar el documento, hace la coña del boquete. Horrora Butrón es el nombre artístico, tradiciones, de Aurelio Memelo, sesenta y dos años y natural de Castilla la Vieja, que cuando se escapó de casa todavía se llamaba así. Aurelio Memelo se liberó, se tuvo que liberar, porque el animal de su padre le zurraba y el muy gañán daba duro pensando que le curaría y le sacaría la bobada (¡Buenos huevos!). Si no hubiera sido así, Aurelio hubiese sido el peluquero de su pueblo y aquí paz y después gloria, que en los pueblos de la época siempre tenían uno “oficial” y solía ser peluquero. Pero no fue y Aurelio lió el petate, arrambló con la cómoda y para la capital. No es una historia épica, ni siquiera un mal guión, pero son lentejas. Tampoco tiene que ser una historia épica. En la vida de los “desgraciaos” no hay ni guionistas, ni poetas, ni leches del pelo.

        Horrora, que ahora mismo es Horrora, ni Aurelio ni otra ninguna cosa, boquea como un pez grotesco un poco al “chimpún-chimpún” del pasodoble. Piensa que ya es perra la vida, perra y tirada. Cuarenta años haciendo el mamarracho por escenarios de mierda. Transformista, con los pantys picando, metiéndose en el culo y la porquería barata de maquillaje que no agarra en la piel grasa, sucia, sobre los cañones de la barba, siempre mal afeitados, homogéneos, densos, azulando el mentón. Cuarenta años cobrando una miseria en B, llevándote unos duros (todavía cuentas el dinero en duros) por copa servida en tu rato, poniendo chapas si tercia, trincando si tercia, a salto de mata, al borde. ¿Y para llegar a qué? Una muerta de hambre, trabajando a tu edad, sin nada. No cambiará. Te sabes el cuento de sobra, que en el repertorio también llevas “El día que nací yo”. Porque lo que estás, reina, es pasada de moda, como las canciones que cantas, que imitas, con la misma coreografía desde ni se sabe. Solo hay que oír el disco, el ruido blanco, la distorsión, los años.

        Y es que lo siento, niña, pero las mariquitas de ahora no son así. No son como tú. Bueno, tú no eres como ellas, que son las que mandan. Las mariquitas de ahora son modernas, tienen estudios, se gastan fortunas en trapos italianos en lugar de en batas de cola de un modisto, coleguita del barrio. Las mariquitas de ahora, a las que por cierto no les gusta que se les llame mariquitas, viven en pisos puestos a todo trapo, no en pensiones y hostaluchos. Van por la vida, que los has visto por la calle, hechos una pintura. No como tú, hija, que pareces un cromo. Y no se llaman chocho las unas a las otras, ni son beatas, y les gusta la copla para un ratito en casa, nada más. Te han dejado fuera de juego, sola, viviendo hace treinta años. Tenías que estar en un museo expuesta, cobrando del estado, y no aquí. ¡Mírate! Con un lulú y cuatro vestidos, vieja, acabada y pobre. Que eso es lo peor, pobre, porque si tuvieras buenos dineros bien que se te perdonaría todo lo demás e irías como las petardas de la tele, naranja de rayos uva, con unas gafas de sol que valen más que todo lo que tienes ahora y del brazo de dos niñatos. Algún día… y eres tan ilusa que te lo crees. Por lo menos le sigues echando cojones al asunto, vienes cada noche y te pones profesional. Aunque cada vez te cueste más nacional para el hígado hacerlo. Hasta que a Dios le salga del fandango. Digna como puedes y como sabes. Mantén el estereotipo, aunque no sepas lo que es eso, para que no se pierda. Y el que venga detrás que arree.¡Ole tú! ¡Princesa! ¡Qué eres una princesa!


1 comentario:

Dirty Clothes dijo...

Paso de ponerme al día, el relato del sur resurgirá me ha encantado, aunque la primera foto mejor no comentarla ;P

Y este lleva buen camino, sería un digno personaje de dirty clothes, eso seguro...