domingo, 12 de septiembre de 2010

Horrora Butrón II

Ilustración cortesía de los jodios genios de Dirty clothes. Dándole glamour a las miserias.¡Muchas gracias, pécoras!



        Que sí, que sí, que sí, que sí, que a la Parrala le gusta el vino…



        Horrora caracolea torpe y la grasa que rebosa por encima del vestido rojo. Toda la espalda, sobacos, cara interior de los brazos, oscila blanda. Suda por el baile y el foco, un armatoste oxidado que mete más calor que luz y que no la deja ver nada. Es un círculo de luz blanca que llena los tres metros de ancho por dos de largo del entarimado del escenario. También hay cuatro más pequeños con pantallas verdes y rojas, dos a dos, pero están para otros números. Gomez’s Cabaret no repara en gastos, y lujos. El problema es que la parroquia no lo valora. Porque no nos engañemos, Gomez’s Cabaret es un sitio más de carajillo o sol y sombra que de champange o sidra y más de negro que de puro con vitola. Un lugar que nació pegando estertores, la empresa donde trabaja Horrora Butrón, gran estrella, con cartel a la puerta y todo. Algunos días, la verdad que pocos, mejor que la Opera de París o el Molino.



        De las quince personas de respetable, los únicos que dan negocio son los dos bohemios bien que vienen entre semana con su pelo a tazón y las gafas de mentira y los cuatro o cinco alcohólicos de la vieja guardia que lo mismo les da aquí que allí. El resto, la lumi gorda y pasada que espera aburrida hacerse a uno de los alcohólicos, o el viejete que habita en la tragaperras, o los dos yonquis (también anacrónicos) de aguja que beben su quinto a morro en otro mundo, están por estar. A Horrora no le hace falta verlos, están como están las sillas, la máquina del tabaco o el dueño, medio dormido el muy cabrón, detrás de la barra.



        Los tacones de tres euros tenían que salir por algún lado. El derecho roza donde empiezan los dedos, que mientras no rompan el refuerzo del panty es un mal menor. Al izquierdo se le está despegando el tacón. A la canción le quedan dos y nada pero hay que acabarla disimulando el renqueo, la cojera jacarandosa de la ampolla en ciernes y el cuidado del material. Porque Horrora Butrón es una artista, por encima de todo. Ni tres actuaciones. Con razón los jodíos del mercadillo venden.

2 comentarios:

Dirty Clothes dijo...

Hay un horrora butrón III? Porque se me queda corot, yo creo que con este personaje te daba para toda una saga... mira ver...

las putas miserias dijo...

Queridos míos de Dirtyclothes. Una vez más gracias por la ilustración. Hace que las miserias mejoren (lo mismito que un rosal en medio de un estercolero, algo bonito en medio de un montón de mierda). En cuanto a lo de la saga y la trilogía, dios proveerá, criaturas