domingo, 1 de agosto de 2010

Las putas miserias






        ¡¿Qué?! Hoy nace, con todo lo que ello conlleva de dilatación vaginal, sangre, líquido amniótico, empuje contra los estribos quirúrgicos, etc… “Las putas miserias”. Mi pequeño bastardo, gestado por la combinación de circunstancias que gesta a la mayoría de tirados del mundo: estoy en el paro, tengo mucho tiempo libre, es gratis hacerlo y entretiene. Por eso y porque trinco internet mágico del éter, con filtro de contenidos (es un dato) pero internet mágico de todos modos. Lleva ya un tiempo con las aguas rotas y no se muy bien cuando exactamente conseguiré expulsar su cabezón. Lo noto a punto de salir con el sonido de una botella descorchándose. Cuando acabe de salir le zurras, para que llore el mamón y se empiece a acostumbrar. Al principio sé que todo esto será una jodida ñapa. Para mí es como encontrarse un piso recién desalojado. Estoy sacando la mierda y reponiendo lo estropeado con lo que me sobra y encuentro por los contenedores. Me llevará algo dejarlo como le gustaría a una petarda recién casada. Soy primeriza. Los puntos no me los quita ni el Tato.

        La criatura, que es inclusera como ella sola, tiene un mecanismo muy sencillo. Pequeños relatos propios, de unas dos o tres entradas el relato, en los que pretendo que predomine, por encima de todo, el mal gusto, repito y subrayo, el mal gusto. Habrá más o menos sordidez, más o menos sexo, más o menos violencia, más o menos humor, más o menos incorrección política. Digo lo de más o menos porque no sé que cantidad de mugre hay en tu vida y, por tanto, con lo que los compararás. A mi me parece que llevan mierda suficiente, o lo intentaré al menos. Lo más probable es que te resulten una basura y que, objetiva y realmente, sean malos de cojones. Si fuese la leche escribiendo no me pringaría en estas mandangas por amor al arte y comprarías mis mamotretos en las estanterías de los super a mil duritos unidad. Tampoco me importa mucho si te parecen el nuevo Decamerón o el diario terapéutico de un borderline con lesiones cerebrales. Mi vanidad y autoestima van a su manera y no dependen de ti o tu opinión. Por otro lado yo no obligo a nadie a nada. Si no te gustan no los leas. Sencillo. Lo digo antes que vengan los moñas con los melindres. Si no le coges el punto, allá tu. Es simplemente ficción literaria. No da para más. Yo seguiré, hasta que sea, subiendo un pedazo cada domingo. Es el día del Señor y el más pesado, coñazo, aburrido, deprimente y triste día de la semana. Por eso lo he elegido. Resulta el mejor pañal para que cague el recién nacido.

        No te voy a pedir que te enganches a él, para eso las drogas hacen mejor apaño. Yo, vengas o no, el domingo que viene estaré en esta esquina, bajo esta farola, meneando el bolso.

        P.S. Por si no se entiende, la foto pretende representar una peineta.

3 comentarios:

Dirty Clothes dijo...

Y no llevas más que una semana y ya tienes 503 visualizaciones del perfil? O es que andas ansiosa y no dejas de entrar y salir en busca de tus primeros comentarios (cosa que va con calma, tendrás que hacerte la ronda de blogs para darte a conocer; te aconsejo que de paso busques aquellos con posibilidad de calambucheo ;P) Ale, me pasaré por tu esquina asiduamente, que siempre fuiste muy fresca...

dirty saludos¡¡¡

papeleradereciclaje dijo...

Bienvenido al mundo Putas Miserias. Esperaré con gusto cada domingo para leer tus publicaciones. Que los dioses te alejen de críticas gratuitas, que siempre fue más fácil quejarse que hacer y pensar por uno mismo.

Stultifer dijo...

Lo que yo digo: El blog es tuyo y te lo follas cuando quieres.